Este tipo de entrenamiento se realiza principalmente, mediante la suspensión de nuestro cuerpo en unas cintas de nylon ajustables en altura y colgadas al techo. Esto se hace sujetándose con las manos a unos agarres, o introduciendo los pies en el lugar apropiado para ello en la cinta. Durante la realización de los ejercicios también se pueden utilizar otros elementos que proporcionen cargas o inestabilidad, tales como bosu, fitball, discos, rodillos, etc. Debido a la intensidad de estas clases, no se suelen impartir al completo con ejercicios de suspensión, combinándolas al 50% con ejercicios de abdominales o estiramientos.
Estas clases duran 50 minutos, son de intensidad media y se suelen quemar hasta 500 calorías.
Realizar ejercicios inestables, de suspensión que aprovecha tu propio peso corporal, suspendidos y aprovechándonos de la gravedad, nos permite trabajar en planos multidimensionales, favoreciendo una rica variedad de movimientos eficaces, seguros y efectivos, que mejoran notablemente la fuerza en general, la musculatura profunda, el core, la flexibilidad, el equilibrio y la coordinación.
Los ejercicios básicos, es decir, los que se realizan al principio, de pie y sin una suspensión completa, pueden ser realizados por personas que tengan una condición física media. Progresivamente se va incrementando el nivel de dificultad hasta conseguir más potencia, control, equilibrio y un core fuerte, para así pasar a realizar trabajos más complejos en suspensión, combinando manos, pies y elementos externos.