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Los beneficios del ejercicio en el cáncer

Los beneficios del ejercicio en el cáncer

6 Feb 2024 - Publicado en Noticias

El ejercicio para pacientes con cáncer es seguro y altamente beneficioso en diversas etapas de la enfermedad y durante el tratamiento. La integración de la actividad física en la rutina diaria de los pacientes puede mejorar significativamente la calidad de vida, ayudar a mitigar los efectos secundarios del tratamiento, y en algunos casos, mejorar las tasas de supervivencia.

Antes de sumergirnos en cómo determinar el ejercicio necesario para cada persona, es crucial comprender los beneficios que el ejercicio puede aportar a los pacientes con cáncer. El ejercicio regular no solo fortalece el cuerpo, sino que también fortalece la mente y el espíritu durante tiempos de lucha contra esta enfermedad. Numerosos estudios han demostrado que la actividad física puede mejorar la respuesta al tratamiento, reducir el riesgo de recurrencia y mejorar la calidad de vida. Además, el ejercicio ayuda a controlar el peso corporal, a mantener la movilidad y la independencia funcional, y a promover un estado de ánimo positivo, lo cual es esencial para enfrentar los desafíos emocionales que pueden surgir durante el tratamiento. Ahora, profundicemos en cómo adaptar el ejercicio de manera individualizada para maximizar estos beneficios.

Cómo saber el ejercicio necesario para cada persona

La personalización del ejercicio para pacientes con cáncer es muy importante. La cantidad y tipo de ejercicio recomendado varían considerablemente según el tipo y estadio del cáncer, los tratamientos recibidos, la condición física actual del paciente y la presencia de cualquier efecto secundario del tratamiento o complicaciones de salud. Por ello, la evaluación por parte de un profesional de la salud especializado en oncología y ejercicio es el primer paso indispensable.

Nuestro equipo de entrenadores profesionales, comenzará la evaluación con un examen físico completo, la revisión del historial médico del paciente y una conversación para conocer cualquier síntoma o limitación existente. A partir de esta información, el entrenador desarrolla un plan de ejercicio personalizado, que aumenta gradualmente en intensidad y duración, siempre dentro de los límites seguros y confortables para el paciente.

Qué tipo de ejercicios son los más saludables

El ejercicio para pacientes con cáncer debe ser integral, incluyendo actividades que promuevan la resistencia, la flexibilidad, y la fuerza muscular.

  • Ejercicios aeróbicos: caminar, nadar y montar bicicleta son excelentes para mejorar la capacidad cardiorrespiratoria y la resistencia física. Se recomienda comenzar con sesiones cortas, de 10 a 15 minutos, aumentando gradualmente según la capacidad del paciente.
  • Ejercicios de fuerza: el entrenamiento con pesas ligeras o bandas de resistencia puede ayudar a mantener la masa muscular, especialmente importante durante y después de ciertos tipos de tratamientos de cáncer que pueden inducir atrofia muscular.
  • Ejercicios de flexibilidad: yoga y estiramientos son fundamentales para mantener la movilidad y reducir el riesgo de lesiones, mejorando al mismo tiempo el bienestar emocional y mental.

El ejercicio para reducir los efectos secundarios de los tratamientos de cáncer

La actividad física es un aliado poderoso en la reducción de los efectos secundarios asociados con los tratamientos de cáncer. Los beneficios incluyen, pero no se limitan a:

  • Mejora de la fatiga: el ejercicio puede parecer contraintuitivo para alguien que experimenta fatiga, pero estudios muestran que la actividad física moderada puede mejorar significativamente los niveles de energía.
  • Reducción del riesgo de linfedema: en particular, para pacientes que han sufrido cáncer de mama y han tenido ganglios linfáticos extirpados, ejercicios específicos pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar linfedema.
  • Mejora de la salud ósea: los tratamientos de cáncer pueden afectar la densidad ósea. Ejercicios de resistencia y de peso pueden ayudar a mantener la fuerza ósea y reducir el riesgo de osteoporosis.
  • Mejora del estado de ánimo y reducción de la ansiedad: la actividad física libera endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad, que pueden mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad y la depresión.

En conclusión, el ejercicio para pacientes con cáncer ofrece numerosos beneficios, desde mejorar la efectividad del tratamiento hasta aliviar los efectos secundarios y mejorar la calidad de vida. Sin embargo, es fundamental que cualquier programa de ejercicio sea diseñado y supervisado por profesionales especializados para asegurar que sea seguro y efectivo para el paciente. En Gym Sierra, nos comprometemos a brindar apoyo y orientación profesional a nuestros miembros que enfrentan esta batalla, ayudándoles a encontrar el equilibrio y la fuerza necesarios para su recuperación y bienestar general.