El resurgir del boxeo y el kickboxing femenino
Cada vez son más las mujeres que se incorporan con fuerza a la práctica de las artes marciales, y concretamente al Kick Boxing y al Boxeo.
Este último, bien en su versión más pura, o en la versión Fit Boxing, una nueva práctica muy atractiva, que cada vez tiene más adeptas, y que busca los beneficios de este deporte, pero sin que haya combate o contacto entre las practicantes, simplemente por ser un buen método para estar en una excelente forma física.
Sin que haya combate o contacto entre las practicantes, simplemente por ser un buen método para estar en una excelente forma física.
Lo que hasta ahora podría verse como un deporte masculino y agresivo para las mujeres, ha cambiado el concepto y se ha convertido en un ejercicio de moda. En parte se debe por los grandes beneficios que aporta, y, como en otras actividades deportivas, ayudado por la práctica de muchas famosas. El Fit Boxing no necesita obligatoriamente un ring, y se suele practicar en un espacio especial habilitado dentro de los gimnasios, o en centros específicos abiertos para este tipo de entrenamientos. Sus sesiones se realizan en clases con grupos reducidos o, como en el caso de Club Gym Sierra, en entrenamientos personales. Las clases suelen durar 55 minutos, y tras un calentamiento previo, se realizan asaltos (rounds) de 2 minutos, donde se aprenden técnicas y movimientos propios del boxeo (directos, ganchos, crochet, etc.), combinados con ejercicios funcionales de alta intensidad en periodos de 1 minuto.
En cuanto al entrenamiento de Kick Boxing, tenemos que añadir que este deporte se caracteriza por utilizar las mismas técnicas de brazos que se utilizan en boxeo, pero además incorpora otros recursos como son los codos y todo un repertorio de golpes de piernas (patada frontal, lateral, descendente, de gancho, rodilla, etc.), aumentando con ello el trabajo y la potenciación del tren inferior.
Beneficios para tu cuerpo
Todas estas modalidades mejoran notablemente tu cuerpo tanto a nivel cardiovascular como muscular. Durante los rounds, el entrenamiento se convierte en un auténtico HIIT (Higth Intensity Interval Training), considerado como uno de los mejores métodos de entrenamiento posible, y haciendo que tu esfuerzo llegue en muchas ocasiones al límite. El entrenamiento funcional va a favorecer que mejoren notablemente todas tus facultades físicas y fisiológicas: fuerza, resistencia, potencia, velocidad, equilibrio, flexibilidad, etc.
Pérdida de peso
Las sesiones de boxeo, Kick Boxing o Fit Boxing hacen que mantengas tu cuerpo en un estado alto de esfuerzo, y por consiguiente de consumo de oxigeno. En muchos momentos de la clase, pasas de hacer un ejercicio aeróbico a anaeróbico, lo que hace que tu metabolismo utilice todos los sustratos energéticos posibles y a su alcance. Aquí, el consumo de grasa como fuente de energía, va a jugar un papel fundamental para poder mantener el ritmo de la clase, por lo que llegar a quemar 1.000 calorías será del todo posible, cosa que no se consigue en otros deportes. Esto lógicamente va a redundar en una mayor pérdida de peso cuando se realizan al menos 2 sesiones por semana.
Terapia antiestrés
La realización de ejercicio tanto aeróbico como de fuerza durante las clases, junto al gran derroche de energía, va a hacer que tu cuerpo esté agotado y libere muchas endorfinas. Estas son las hormonas que, al final, te van a producir relax y satisfacción por un lado, y por otro te van a liberar del estrés.
Autoestima y autodefensa
El ser consciente de que manejas una disciplina donde, en un momento dado puedes utilizarla para defenderte, hace que se eleve tu sensación de seguridad personal y tus posibilidades de defensa ante una agresión, siendo por todos sabido el aumento de la violencia de género existente.
Las artes marciales enganchan
Así mismo, una vez que comienzas a practicar cualquiera de estos deportes, te vas a encontrar cada día con un grupo de personas que coinciden contigo, con un profesor o con un entrenador personal que te motiva y que te marca unos objetivos claros. Esto hace que se creen vínculos, disciplina y compromisos entre todos los participantes, unidos por un mismo fin: compartir una hora de esfuerzo, mejorar la condición física, crear comunidad y divertirse todo lo posible. Al final, esto termina enganchando a los practicantes.